30 de enero de 2011

Trabajando por el interior

En nuestro último post sobre el Pabellón habíamos dejado colocadas las vigas del techo (llamadas correas) que sujetarían el tejado definitivo.
A cualquier vecino del barrio que pasara por las inmediaciones le parecería que el ajetreo pasado, había dejado su lugar a una tranquilidad que no era tal.
Si bien por fuera no había mucho por hacer, el trabajo en el interior era continuado, como nos informa nuestro corresponsal en la obra (y presidente de esta APA) Juan Ballarín.

Las paredes, ya colocadas necesitaban ser repasadas para ser pintadas en último momento.

Ahora tocaba concentrarse en suelo y techo. Cualquiera que viera la puerta tan grande que se había dejado en el lateral pensaría que incluso para un jugador de baloncesto, era demasiado grande.  Pero para dejar un buen suelo a nuestro pabellón deportivo había que traer tierra, y dicha puerta estaba así planeada desde un principio tanto para el paso de maquinaria, como para introducir el material deportivo cuando llegue el momento.
Los camiones traen toneladas de tierra...

...que el tractor-excavadora extiende primero...

...para después nivelarla.

Una vez alisada se humedece toda la superficie...

...para abrir paso a la apisonadora que dejará el suelo bien compactado, para que cuando las temperaturas y las nubes lo permitan, se extienda el hormigón que formará la definitiva solera.

Mientras se trabaja en el suelo, se van preparando las redes superiores...


...para poder instalar el tejado sin peligro para los operarios. Tras este trabajo de seguridad se comienzan a subir las planchas aislantes que pronto formarán el tejado definitivo


* Pinchando en cada foto podréis ver una imagen ampliada *

* Puedes mirar juntas todas las entradas que hemos escrito sobre el Pabellón, clickando aquí *

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